lunes, 10 de octubre de 2011

Capítulo 10: Bailando bajo las estrellas parte 1

[Michael]




Al día siguiente, probé nuevamente volver a llamarla. Sólo que esta vez la llamé bien temprano.
Reconocí con muchisíma gracia la voz de Anette...

-Michael, acuerdate que a la pequeña se le pegan las sabanas como calamares. Dame cinco minutos que voy a por ella....

-Oh, si no pasa nada. Puedo volver a llamarla en una hora o así...

Y nadie me contesto. Me senti un tanto culpable y a la vez yo estaba muertísimo de la risa. Me venian imágenes de Anette intentando despertar a Susie, y me entraba la risa floja.
Entonces senti grititos ahogados y respiraciones agitadas...

-¿Michael? Soy Susie ¿Que tal? - Era realmente ella. Ni en su forma de contestar a las llamadas cambiaba. Siempre tan airosa, impetuosa y realmente agitada (Seguramente a causa de los nervios)

-Muy bien, gracias. Te he llamado porqué hoy iremos todos a comer a un restaurante y ... me agradaria que vinieras. Es un tipo de reunión y entrevistas y pues... Tenerte ahí seria magnifíco, así podriamos hablar más relajadamente y tal vez después podríamos cenar juntos. Claro esta. Los dos solos.

Se escuchaba un silencio de fondo. Ella solamente respiraba y muy ruidosamente. Entonces senti como cárcajadas y risitas sonoras en su bando, y entonces...

-¡Por supuesto! dime la hora, el lugar y iré.

-Pues mira es sobre las dos y media. Ya sé que te será muy difícil ya que sueles comer más temprano, pero bueno... Y pues el lugar esta cerca de un tipo de auditorio que esta enfrente de un supermercado llamado "Golby" o algo así, y esta justo enfrente, esta rodeado de muchisimos coches y seguridad... lo verás nada más...

Ella dio un sílbido.


-Michael, me conozco esta ciudad de cabo a rabo, se que el restaurante que me describes se llama "Port che veras!", y casi siempre tiene seguridad ya que suelen ir muchos famosos o gente adinerada y como aquí en este pueblo hay muchas familias con dinero.


Ambos nos reímos.

-Pues te esperaré, vale.

-De acuerdo.

Me daba verguenza pedirle aquello. De verdad que me daba verguenza, pero no podia arriesgarme a que no la dejarán entrar.

-Susie, no quiero ser maleducado contigo pero... [Pense unos segundos, para decirselo más educadamente] ¿Podrías venirte más elegante y más arreglada?

Se produjo un silencio embarazoso. Fue el más largo que tuvimos ella y yo. Incluso más que de cara a cara. Creo que espere unos ocho minutos, y volvi a pronunciar su nombre. Asustado de haberla herido. Pero antes de volver a renombrarla.

-Tranquílo. Estaré allí lo más arreglada y elegante posible.

-Lo siento.-Dije yo algo culpable.

-¿Perdonarte por qué Michael? No has hecho nada. Me has dado tú opinión simplemente. Aunque yo ya sabia que debia ir de etiqueta.

-Ya pero me siento fatal, por habertelo dicho de esta manera...

Ella suspiró.

-Tranquílo. en fin me voy que entonces no me dará tiempo para hacer nada. Hasta ahora.

-Adios.

Y colgamos.


Verdaderamente me sentia un poco avergonzado, no queria hacerle daño. Mi mente a veces me impulsaba a volverla a llamar. Pero la verguenza podia más que otra cosa.

Con el paso de las horas estaba más nervioso, tanto que ni siquiera me di cuenta de que se me echaba la hora encima.


-¡Venga Michael que ennada nos vamos!-Gritaba Marlon.

-Si, si ya voy.-Añadí yo un tanto nervioso, mientras me acomodaba la pajarita y me echaba algo de colonia.


Y mientras salia del edificio comencé a sentir la suave brisa de la primavera. Una suave brisa que añadia unas gotas de agua frescas...

[Susie]

Mientras Marie me ayudaba a hacerme un moño alto, yo no paraba de ponerme de los nervios ¡Que si esto no me queda bien, que si esto si .... que si ponte recta, que si usa tacones, que si usa un vestido más ceñido ... de verdad que no podia más!


-¡Marieeeeeeeeeeeee, para!- Le grité la presa del pánico.

Marie se quedo paralizada y mirandome enfadada.

-¿Que ahora que me echarás en cara?- Dijo ella medio molesta.

-No pero me agobias Marie. A este paso cuando llegué al sitio nada más veré a Michael y pondre un pie en el lugar y caeré al suelo de narices.


Marie puso lo ojos en blanco y comenzó a subirme la cremallera del vestido.

-¡Susie no te estreses por tonterias!-Exclamó Marie con su típico tono autocomprensivo.- Además estas que te sales... ¡De verdad estas guapísima...! Enserio mirate al espejo...





Yo me dirigí al espejo sin mucho convencimiento. Pero ahí estaba yo. ¿Realmente esa era yo? era cierto lo que a veces la magia del maquillaje hacia con una. Me veia relamente mona, iba con un bonito moño, y una pequeña coronilla de flores por la parte trasera del peinado. Mi amiga habia pretendido por todos los medios, que me pusiera un vestido escotado o en plan palabra de honor... Pero no. ¿No debia ser yo misma? Pues queria que esa Susie fuera ella misma en algún punto de su ropa. Aunque realmente la verdadera Susanne Miller jámas se pondria un vestido con tacones de unos 10 centímetros, y que decir del maquillaje... En fin. Llevaba un vestido de manga larga, blanco con pequeñas decoraciones e incrustaciones de perlitas y piedritas... Un pequeño regalo que me hizo Anette la navidad pasada, y mira que lo habia encontrado inútil e intente deshacerme de el varias veces... Y en este día tan especial me serviria como anillo al dedo.

Sonreí nuevamente a la Susie del espejo y mirnado a mi mejor amiga, le dedique una ancha sonrísa.


-¿Marie te he dicho alguna vez lo mucho que te quiero?

Marie y yo nos abrazamos y nos reíamos.

-Gracias...

Marie me callo un momento, y poco después ella comenzó a hablar.

-¿Para eso estan las amigas, no crees? ¡Ve a por ello! y recuerda Susie se tú misma y no te subestimes... ¡Que tú eres muy guapa y yo creo y sé perfectamente que a Michael no le desagradas! Es más yo diria que tú le gustas muchísimo pero tienes que saber llevarlo...

-Eso ya lo sé... ¿Por quien me has tomado?

Ambas volvimos a reírnos, y Marie prosiguió.

-Enserio, cuidate. Te deseo toda la suerte del mundo.

Yo le di otro abrazo y mientras me dirgia a la puerta de la entrada.. senti un pequeño almohadazo en mi espalda.

-¡Y recuerda contarme todos los detalles! ¿Eh?

-Te lo promero.- Le conteste yo casi ahogandome por culpa de las carcajádas..


.....


En todo el camino no paraba de repetirme ¡Menudo desastre! ¿En un día como hoy tenia que caerse el cielo a mares? ¡No paraba de llover! Encima el chofer ni pillaba sitito en el aparcamiento y yo estaba más nerviosa ... ¡El tiempo ni me ayudaba!

-Señoríta no hay aparcamiento...

-¡Si ya sé Key pero quiero llegar!

-Es que solamente esta despejado cerca del campo...

-Pues lléveme ahí...

-Pero es que hay...

-¡Aunque hayan dinosaurios o cocodrílos lleveme!

Entonces él chofer medio atontado, volvió a mirarme nuevamente.

-¿Señorita esta segura que realmente...?

-¡Abre la puerta!

-Es que...

Ya enfadada la abri yo, y maldita mi mala suerte, maldito todo...

-¡Ahhhhhhh!

El chofer me levanto del suelo e intento llevarme nuevamente adentro del coche....

-Key lleveme al restaurante antes de que me joda más el vestido de lo mucho que ya me lo he jodido!

Y menos mal él chofer tenia su buena fuerza y su buena velocidad porqué conseguimos llegar en un pis pas al restaurante.

Y si. él chofer había intentado informarme de que estabamos en la zona donde estaba el campo... Y ya sabemos que donde hay hierbajos y arbustos y cae su riachuelo... El barro...
¡Me habia embadurnado hasta los zapatos...! ¡Menos mal me manché muy poquito el vestido...! pero me daba un corte con los tacones.. Casi ni podia andar con ellos, por culpa de el barro que se habia presenciado en casi todo el tacon.

Pero intentando ocultar mi falta de experiencia y mis nervios a tutiplén me dirigí hacia la entrada, en la que me perdia dejando a un chofer con la boca abierta... (supongo que me creía como una de mis hermanas. A las cuales les ocurriria algo parecido a mi, y abandonarían y volverían a casa) Entonces mientras cruzaba el lugar... pude ver a muchísima gente ¡Que verguenza! y fue cuando pude ver a lo lejos a Michael conversando con una mujer...

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